A Juangui…

Bucaramanga 19 de Junio de 2012
  
Familia:
 Gómez Ospina, demás familiares y amigos de Juangui.
 25 años es muy poco. Era demasiado joven, con una carrera exitosa, estudioso, buen amigo, un caballero en todo el sentido de la palabra, trabajador incansable, comprometido con su país. Una verdadera estrella en ascenso. Querido y respetado por todos quienes lo conocíamos, siempre estuvo atento a escuchar y velar por sus familiares y amigos. Se tomaba muy enserio sus amistades, aconsejaba y acompañaba como si fuera el asunto más importante de su vida, conversar con él, o escucharlo con su guitarra era una verdadera experiencia. Juangui era un teso.

Hacia 2 meses había recibido el diploma de abogado de nuestra universidad. Reconocido por su consagración al derecho, estudio toda la carrera con la beca de honor que la facultad destina para los mejores estudiantes de cada curso. Se eximió de los preparatorios y a pesar de que estaba empezando su ejercicio profesional tenía un futuro promisorio como pocos, en meses partiría a Boston, la Universidad de Harvard lo esperaba para seguir cumpliendo sus sueños. No es cierto que hubiera terminado su tarea en la tierra, apenas empezaba, le faltaba mucho por dar y no murió por accidente, murió por la  intolerancia, por la indolencia que brota de una sociedad desigual y atrasada.

En la madrugada del domingo, en el que se supone es el barrio más suntuoso de la capital, una puñalada en el corazón acabo con la vida de Juan Guillermo Gómez Ospina y con ella se llevó parte de las esperanzas de una generación por transformar a Colombia en un país más vivible. ¿Cómo podemos aportar cuando la descomposición se lleva por delante a los mejores hombres de la sociedad? ¿Si esto ocurre en Rosales, que podemos esperar del resto de lugares en Bogotá y el país? ¿Pedir justicia se agota en la condena de los culpables? ¿A cuántos JuanGuillermos más se ha llevado la intolerancia y la indolencia?

Una puñalada en el corazón por robar un celular cometido por jóvenes entre 16 y 29 años. El clamor de la madre de uno de los delincuentes exigiendo castigo para su hijo “que tanto daño ha hecho”… aunque pase todos los días, es una cruel fotografía de una sociedad enferma.

A su padre Andrés Gómez, su madre Emilia Lucia Ospina, y su hermano Nicolás Gómez Ospina, a todos y cada uno de sus amigos y familiares nuestra más profunda solidaridad y acompañamiento. A ustedes dedicamos el compromiso que como externadistas y colombianos seguiremos asumiendo ahora con mas fuerza, con el ejemplo que Juangui nos dio a todos, continuaremos trabajando por una mejor sociedad, menos desigual y más justa, donde los hijos entierren a sus padres por viejos, y no donde los padres entierren a sus hijos por hechos absurdos como el que le quitó la vida a Juan Guillermo.
Paz y justicia en tu tumba, Juangui. 
Juan Sebastián López Mejía                  Julio Cesar Peluffo John
Felipe Medina Gutiérrez                          Katherine Rincón
Representantes Estudiantiles al Consejo Directivo Universidad Externado de Colombia  

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