El nombre de la Universidad Nacional de Colombia ha dejado de aparecer en las noticias por ser la mejor del país y han empezado a aparecer titulares sobre abusos sexuales, los suicidios y los edificios caídos, dañados o a medio construir. Estos problemas que padecemos día a día no se van a solucionar sin que el Gobierno Nacional nos de lo que siempre hemos pedido: un aumento a la base presupuestal de la universidad para atender las necesidades de bienestar, calidad e infraestructura. ¡No descansaremos hasta lograr una educación pública, científica y al servicio de la soberanía nacional!
