Ni una menos en la casa de los maestros y maestras de Colombia

“Esforzarse por erradicar la violencia contra la mujer no es solo una buena idea, se convierte también en la obligación de un Gobierno”

-Charlotte Bunch

 

La violencia hacia las mujeres en Colombia ha incrementado considerablemente. Por lo menos en los primeros meses de este año, según un informe de medicina legal, más de 18.267 mujeres han sido violentadas de diferentes maneras en los primeros 2 meses de 2018, lo cual significa que por cada hora 13 mujeres fueron violentadas en nuestro  país.[1]  Lo más grave es que de cada 10 casos de violencia que se presentan, solo 3 se denuncian.

Esta lamentable y repudiable situación no se aleja del campus universitario. El pasado 27 de abril, fue noticia la  denuncia por acoso de una estudiante de la Universidad Nacional, demostrando que esto sucede al interior de las universidades pero no es visibilizado. Además, finalizando el semestre, el ex rector, Adolfo León Atehortúa, mencionó que en el transcurso del semestre 2018-1 se denunciaron aproximadamente 200 casos sobre violencia en contra de las mujeres que hacen parte de nuestra alma mater.

Rechazamos tajantemente que se replique la violencia de género en la casa de los maestros y maestras que formarán a los niños, niñas y jóvenes de Colombia. Todas las personas y en especial las mujeres que pertenecen a nuestra comunidad deben tener plena garantía de desarrollar sus actividades académicas, administrativas, laborales y de ocio, entre otras cosas, con tranquilidad y seguridad, sin riesgo ha sufrir algún tipo de violencia. Por eso, hacemos el llamado a la administración y la comunidad en general, a dar la importancia que este tema requiere y tome medidas al respecto.

No podemos seguir guardando silencio, debemos denunciar. Integrantes de la comunidad que se enfrenten a esta situación puden acudir al GOAE(Grupo de Orientación y Apoyo Estudiantil) que actualmente atiende las denuncias sobre la violencia de género en la universidad; sin embargo, también se encuentran las casas de igualdad y participación en cada localidad, la secretaria de la mujer y otras instancias donde pueden recibir asesoría legal, acompañamiento y apoyo psicosocial.[2]

Reiteramos que es urgente la creación e implementación de un protocolo de prevención y atención de violencias basadas en el género y sexuales en nuestra universidad. Este debe ser plenamente financiado por el Estado y responder a las necesidades que hoy tiene la Universidad Pedagógica Nacional. Además, debemos discutir y construir una Política institucional de equidad e igualdad de género que nos permita: sensibilizar a la comunidad universitaria en relación a las violencias de genero y sexuales; establecer lineamientos conceptuales, metodológicos y operativos; crear estrategias y medidas de prevención, detección y acompañamiento; realizar diagnósticos sobre situaciones de género y violencias sexistas y sexuales; y que brinde la posibilidad de hablar e incorporar en los programas académicos la perspectiva de género.

También es necesario que se establezca una instancia especializada con personas capacitadas de planta que atiendan, apoyen, asesoren y hagan seguimiento adecuado a los casos que se denuncien sobre las distintas expresiones de violencia sexista y sexual dentro y fuera del campus universitario.

Todos y todas tenemos derecho a denunciar porque nos merecemos una Pedagógica libre de violencias.

[1] http://www.elcolombiano.com/colombia/aumentaron-ataques-contra-mujeres-en-lo-que-va-del-ano-medicina-legal-BA8332232

[2] http://www.sdmujer.gov.co/inicio/505-rutas-atencion-mujeres-victimas-de-violencias

 

Katherin Guzmán

Representante Estudiantil

Universidad Pedagógica Nacional

 

 

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