
Las transferencias del Gobierno Nacional a las entidades territoriales (departamentos, distritos y municipios) financian la educación, la salud, el agua potable, el acueducto y otros gastos. En los últimos 20 años, los gobiernos nacionales han reformado la fórmula de cálculo de esos recursos en desmedro de las finanzas de los entes territoriales por lo que éstos dejaron de recibir cerca de $410 billones, mientras sus necesidades siguen creciendo. Hay incertidumbre respecto de lo que hará el gobierno de Gustavo Petro pues siendo candidato se comprometió con la disciplina fiscal del Fondo Monetario Internacional -FMI, organismo que es el responsable intelectual del inhumano recorte a las transferencias territoriales.
Los gobiernos de los últimos 20 años prácticamente congelaron las transferencias a las entidades territoriales. El gobierno de Andres Pastrana realizó la primera reforma: creó el Sistema General de Participaciones, congeló por vez primera estas transferencias. Con esta modificación, los recursos que en el año 2000 representaban cerca de un 42 % de los Ingresos Corrientes de la Nación, nunca más volvieron a ese nivel e incluso bajaron hasta un 27 % en años posteriores. El gobierno de Álvaro Uribe modificó de nuevo la fórmula y volvió permanente lo que su antecesor había dispuesto como temporal. El gobierno de Juan Manuel Santos presentó un proyecto de ley al Congreso de la República donde propuso modificar la distribución de los recursos, pero no la fórmula del cálculo y el de Iván Duque asignó más responsabilidades a las entidades territoriales pero no más recursos. Todos en la misma línea.
Las transferencias a las entidades territoriales no han sido suficientes para cubrir las necesidades de los sectores que financia. En las últimas dos décadas el sector educación dejó de recibir al menos $217 billones y entre los otros sectores cerca de otros 200. FECODE ha denunciado la precaria situación de la infraestructura de los colegios: hace falta construir más de 5.000 colegios para implementar la jornada única o la jornada completa, un 11 % de las sedes educativas están ubicadas en zonas sin acceso a acueducto, más de la mitad de los y la docentes manifiestan sufrir estrés laboral (asociado principalmente con la sobrecarga de trabajo) y un 33 % del magisterio está en provisionalidad. En la salud la situación no es menos peor: una de cada cinco personas no han accedido a servicios de salud por dificultades en la oferta. Y en cuanto al agua potable y el acueducto, en casi la mitad de los municipios del país se consume agua con algún riesgo para la salud por contaminación (Ministerio de Vivienda) y uno de cada cuatro hogares colombianos no cuenta con alcantarillado (DANE).
El ideólogo de la catástrofe para las finanzas de las entidades territoriales y la financiación de los derechos de las y los colombianos ha sido el Fondo Monetario Internacional – FMI. El gobierno Pastrana en 1999 firmó con el Fondo el Memorando de Acuerdo Extendido. En el punto 20 del documento dice: “el más importante de los esfuerzos para controlar el gasto pùblico en el mediano plazo es el acto legislativo que fue presentado ante el Congreso en septiembre de 1999 con el propósito de mantener constantes en términos reales el valor de los fondos que se transferirán a los gobiernos locales bajo los acuerdos de participación en los ingresos corrientes de la Nación”. Y en el 2005, el gobierno Uribe a cambio de un préstamo con el mismo FMI firmó otro Acuerdo Stand By que decía: “El mecanismo de transferencias a los gobiernos locales y regionales implica un potencial riesgo para las finanzas del Gobierno central a partir de 2009”. El Fondo presionó el cambio de la fórmula para que se hiciera permanente lo que Pastrana había dejado como temporal y en ambos casos puede verse el accionar de los gobiernos contra las finanzas públicas territoriales y en cumplimiento de lo establecido por el organismo.
Hay incertidumbre con lo que hará el gobierno de Gustavo Petro. El entonces candidato se comprometió con la disciplina fiscal del FMI que consiste en que el Estado adopte medidas como el recorte al gasto público para que pueda transferir los recursos a los bancos internacionales. El presidente se encuentra en la disyuntiva de mantener la tendencia de lo realizado por los últimos gobiernos de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y en favor de la banca internacional o financiar apropiadamente la educación, la salud y el saneamiento básico del país. Por ahora, el pronóstico no es muy halagüeño. El ministro de educación Alejandro Gaviria dijo en la Cámara de Representantes que habrá reforma, pero que el “déficit estructural” del sistema es de apenas 1,5 o 2 billones de pesos, muy lejano de los más de 217 billones que suman los recortes de los últimos años en educación.
Estudiantes y docentes debemos unir esfuerzos, organizarnos y movilizarnos en defensa de una reforma al sistema que salde la deuda histórica con los derechos de los colombianos y colombianas. La Organización Colombiana de Estudiantes – OCE nació en el año 2001 luchando contra el recorte a las transferencias realizado por el gobierno de Pastrana y se ha mantenido en la lucha por más de 20 años. Le corresponde a la juventud en general proseguir esta lucha, invitamos a los y las jóvenes a que se vinculen a la OCE y sigamos luchando por ese propósito.
[1] Cifras de FECODE a precios de 2020.
[2] Cifras de FECODE a precios de 2020.
[3] Informe No 53 del Laboratorio de Economía de la Educación.
[3] Informe No 29 del Laboratorio de Economía de la Educación.
[4] Informe No 32 del Laboratorio de Economía de la Educación.
[5] Informe No 55 del Laboratorio de Economía de la Educación.
[6] Encuesta de Calidad de Vida DANE 2019.
[8] https://storymaps.arcgis.com/stories/22886ec822944d24a61065fae61ed4f4
[9] https://storymaps.arcgis.com/stories/22886ec822944d24a61065fae61ed4f4
[10] Citado por Aurelio Suárez en el libro Confianza Inversionista, página. 32.
[11] Citado por Aurelio Suárez en el libro Confianza Inversionista, página 52.
