Defendamos la Distri: ¡No dejemos que disfracen la crisis!

Iniciamos un nuevo año lleno de incertidumbres a nivel nacional, con alzas en los precios de productos y servicios (alimentos, transporte, combustibles y servicios públicos), así como, la apuesta del Gobierno Nacional por aprobar las reformas de salud, trabajo, educación, entre otras.

La Universidad Distrital no es la excepción, ya que concluyó el semestre académico 2023-3 con anormalidad académica ocasionada por la búsqueda acelerada y negligente de la administración del Rector Giovanny Maurico Tarazona para aprobar el proyecto de reforma curricular, lesivo para la comunidad universitaria.

Desde la Organización Colombiana de Estudiantes, expresamos nuestro rechazo total a la reforma en la UD. Consideramos que representa la continuidad de la política neoliberal que amenaza la existencia de una educación pública, deteriora aún más la calidad y limita sus aportes a la nación científicos y tecnológicos.

Esta reforma propone que la Universidad apueste por la educación virtual como una alternativa para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje, prometiendo ampliación de cobertura, flexibilidad horaria y mayor acceso a la educación. Además, busca incentivar la múltiple titulación, la internacionalización y el plurilingüismo, temas de interés para la comunidad universitaria. Sin embargo, estas promesas son solo discursos vacíos porque la verdadera intención es reducir los costos de funcionamiento e inversión de la Distri. De igual forma, la pandemia nos ha demostrado que la virtualidad tiene sus limitaciones y desafíos para garantizar una educación superior de alta calidad.

Esta política, aplicada a nuestra universidad y adoptada por los gobiernos de turno ha sido promovida por organizaciones multilaterales como la OCDE, el FMI y el Banco Mundial como una política que impone la precarización de la educación de las naciones, utilizando todos los medios posibles que permitan desfinanciar la educación y con ello su
calidad.

Para el caso de la UD, la tendencia ha sido la reducción de costos que para el año 2023 cerró en un déficit superior a los 130,000 millones de pesos y que para este 2024 ha aumentado nuevamente. Además, se debe abordar la falta de infraestructura tecnológica, la brecha digital, la pérdida de la interacción presencial y la alta posibilidad de deserción, así como la precarización de las condiciones laborales de los docentes.

La virtualización de la educación superior no puede ser una solución mágica ni una
imposición arbitraria. Debe ser una opción complementaria y voluntaria que respete la autonomía y diversidad de instituciones, programas, docentes y estudiantes.

Hacemos un llamado para que nos vinculemos y nos organicemos activamente en las
discusiones y encuentros que se presenten de manera masiva y pacífica. Por último, le exigimos al gobierno autodenominado del “cambio” que se pronuncie. No permitiremos que la educación superior pública continúe deteriorándose y que se vulneren nuestros derechos como estudiantes. Somos la voz de una generación que busca transformar la realidad de nuestro país, y debemos asegurar una educación verdaderamente pública, científica y de calidad

Organización Colombiana de Estudiantes (OCE)

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